La realidad de los repositorios en Argentina

*Greta Bellmann, Licenciada en Comunicación Social (FCEDU-UNER).

La relevancia de los repositorios es cada vez más visible. Ciertos sucesos dieron lugar a los cambios que acentuaron las políticas de acceso abierto. Estas buscan incentivar la publicación y comunicación de las producciones científicas llevadas a cabo con fondos públicos.

Con los constantes avances y nuevas producciones en materia de ciencia y tecnología es cada vez más importante que la población tenga acceso a los conocimientos que se generan. Así esta práctica de comunicación se convierte en un derecho para la sociedad. En relación a esta problemática, en el año 2013 se sancionó la ley 26.899 de Repositorios Digitales Institucionales de Acceso Abierto que establece que todas las instituciones públicas que componen el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación deben desarrollar repositorios digitales institucionales de acceso abierto. Allí debe publicarse la literatura científica producida a partir de investigaciones financiadas con fondos públicos. De este modo se establece que “el acceso a la literatura científica es fundamental para lograr el desarrollo social, cultural y económico de los países.”

Desde diversos espacios se han trazado múltiples estrategias que apuntan a dicho objetivo, una de ellas fue el Movimiento Internacional de Acceso Abierto que planteó dos opciones, la publicación en revistas de acceso abierto y/o en los repositorios digitales.

En este sentido, un grupo de investigadores conformado por Marcela Fushimi, Mónica Gabriela Pené, Ana María Sanllorenti y Carolina Unzurrunzaga en su artículo “Repositorios universitarios argentinos en coyuntura: desarrollo y perspectivas de sus gestores” abordaron “el desarrollo y evolución en las universidades nacionales argentinas en relación a las políticas públicas implementadas a nivel nacional”. A través de ese trabajo buscaban reconstruir la cronología de las políticas de acceso abierto que se llevaron a cabo, describir la situación de los repositorios y realizar un análisis de las percepciones de los gestores de dichos repositorios.

La cronología

Algunos de los sucesos relavados por el equipo relacionados a esta problemática: En el 2011 se creó el Sistema Nacional de Repositorios Digitales (SNRD) para conformar una red interoperable de repositorios digitales de ciencia y tecnología. A través del se brinda apoyo técnico y financiero, contribuyendo a la visibilidad de las producciones científicas mediante su portal. Al mismo tiempo el SNRD promovió los Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica Orientados (PICT-O), de estos proyectos derivaron muchos de los repositorios actuales.

Entre el 2003 y el 2013 surgieron los primeros repositorios. Para mediados del 2019 ya existían 153 iniciativas de acceso abierto en 65 universidades nacionales, de ellos 53 eran institucionales mientras que el resto eran artefactos que ofrecían en la web literatura académico-científica. En este sentido los investigadores afirman que “el número heterogéneo de iniciativas aumenta en las universidades con estructuras más complejas”, al mismo tiempo en las universidades que existen escuelas universitarias de bibliotecología hay más iniciativas. El equipo de investigación afirma que “esto podría indicar que contar con profesionales de información formados favorece el surgimiento de este tipo de proyectos” ya que en el 60% de los casos las bibliotecas y servicios de información institucionales están involucrados en el desarrollo y mantenimiento de los repositorios.

En la mayoría de los casos, los más involucrados fueron los pertenecientes al sector bibliotecario, por otro lado los docentes e investigadores tuvieron baja participación y demostraron poco compromiso. En la investigación se planteo que los investigadores/ras que presentaban mayor compromiso y estaban mejor predispuestos a depositar las producciones en los repositorios eran los más jóvenes.

Repositorios

En este sentido, a grandes rasgos, para la mayoría de los gestores la sanción de la ley ayudó e incentivó a la creación de los repositorios, impulsando proyectos estancados, favoreciendo la asignación de recursos, estableciendo un marco normativo para las propuestas y contribuyendo a introducir el tema en la comunidad académica. Solo 5 gestores afirmaron que la ley no implicó diferencias en el funcionamiento de los repositorios, una de las razones es que muchas veces “los mecanismos de evolución de las ciencias exigen publicar en revistas prestigiosas que no habilitan el depósito de su trabajo en el repositorio institucional”.

En algunos casos los repositorios se vinculan con otras iniciativas de la institución en relación al acceso abierto, como es el caso de revistas o las editoriales universitarias.

El equipo también pudo visibilizar ciertas dificultades con respecto al cumplimiento de la ley, en ocasiones era por “desconocimiento cabal de la normativa y el resquemor que produce la obligatoriedad del depósito como algo compulsivo”; la falta de recursos que podría utilizarse para contribuir, por ejemplo, a incorporar y formar personal. También el modelo de comunicación científica hegemónico y las prácticas de los investigadores a la hora de publicar sus trabajos. Muchos desconocen que pueden otorgar licencias no exclusivas de publicación, eso influye en las publicaciones que luego son compartidas en los repositorios. Otra de las dificultades tiene relación con la legislación internacional de propiedad intelectual. Es necesario adecuar el régimen de propiedad intelectual para favorecer la política de acceso abierto y formar a los investigadores en torno a estos temas.

Por otro lado, algunas de las críticas al Sistema Nacional de Repositorios Digitales (SNRD) son respecto a su funcionamiento, las posibilidades y dificultades de concretar el financiamiento. Por otro lado, se reclama mayor seguimiento y asesoramiento sobre problemáticas o cuestiones que surgen durante la implementación de los repositorios.

En conclusión, aunque aún queda mucho por mejorar en relación a los repositorios y su gestión, el equipo afirma que “las políticas públicas implementadas en Argentina en los últimos años, que tuvieron su epicentro en el SNRD, han favorecido notablemente el desarrollo de los repositorios institucionales en las universidades nacionales.” A través del estudio pudieron visibilizar como se relacionan las políticas públicas con las realidades de las instituciones, la ley sirvió como impulso para formar dichos espacios, aunque en muchas instituciones la legislación aún es desconocida. Por otro lado, los docentes continúan pensando al auto archivo como una carga por eso los gestores comenzaron a proponer diversos incentivos que les ofrezcan un valor agregado.

De este modo, el equipo afirma que para que efectivamente la producción científica generada con fondos públicos esté disponible para todos es necesario ciertos cambios. Entre ellos: que el Estado monitoree y controle las dificultades y realidades de las instituciones, al mismo tiempo que las autoridades de las universidades elaboren estrategias que impulsen la concreción de las políticas y que los investigadores/ras asuman su papel esencial en el depósito de su producción en los repositorios. En este sentido consideran “que los repositorios deberían ser infraestructuras que, a la par de favorecer la reunión y visibilidad de la producción científica, se constituyan en fuentes consistentes para el cálculo de diferentes indicadores de ciencia y tecnología como base de la evolución de la ciencia nacional.”